En su extraordinario libro «The Living Company», Arie de Geus argumenta que las empresas exitosas bien pueden considerarse como seres vivientes y usa como ejemplo de esto empresa longevas, algunas con cientos de años de existencia. Su planteamiento se concentra en dos hipótesis: ‘la empresa es un organismo vivo’ y ’las decisiones para actuar que toma este organismo viviente son el resultado de un proceso de aprendizaje’. Implícito detrás de esto es que, después de cierto tiempo, el funcionamiento y la operación de las empresas, y por extensión otras instituciones, ya no dependen de personas específicas sino que adquieren una capacidad propia de supervivencia y hasta una personalidad que trasciende la renovación de sus equipos directivos y operativos. Ésta sería una situación ideal para un cluster ya que le daría la permanencia y capacidad de dar resultados que tanto buscamos.
Bajo esta luz, y aprovechando el momento, un buen ejercicio sería imaginar los propósitos de Año Nuevo que un cluster viviente pudiera hacer en este arranque del 2010. Es más, asumamos también que nuestro cluster es inteligente y que ha aprendido de sus errores pasados.
Escuchemos a ‘Clusterin’:
«Hace un año me prometí que el 2009 sería a diferente. Me comprometí conmigo mismo a cambiar radicalmente y ser de una vez por todas lo que estoy destinado a ser, haciendo el mejor uso de todas mis extraordinarias capacidades. Ahora veo que fue un año de resultados mixtos. Es verdad que alcancé algunos de mis objetivos, pero reconozco que hubo muchas cosas que dejé de hacer. A pesar de que sabía lo que tenía que hacer, no sé que me pasó.
Pero esta vez sí será diferente y el mundo lo notará. Por lo pronto voy a hacer públicos mis compromisos y me atendré a las consecuencias de no cumplirlos.
1- Para empezar voy a definir claramente qué clase de cluster quiero ser. Voy a definir claramente mis alcances. Me ayudará mucho en este sentido el tener claridad sobre los mercados que busco servir.
2- No sólo voy a ser más abierto a la participación de más actores, será importante que quienes se involucren tengan capacidad de decisión sobre las acciones conjuntas necesarias.
3- También necesito despertar nuevas actitudes de colaboración basadas en el compromiso con el grupo y en que cada uno encuentre el valor para sí mismo de hacerlo.
4- Tendré bien claros mis objetivos, los cuales desarrollaré con la participación de todos para asegurar el que sean compartidos.
5- Para operar mejor, me aseguraré contar con una organización funcional con un facilitador eficaz y comprometido, apoyado y respaldado por las empresas y organizaciones involucradas.
6- Otro problema que resolveré es el de las reuniones irregulares, interminables, aburridas y sin resultados. Ahora serán periódicas, haciéndolas atractivas por su eficiencia y la calidad de sus conclusiones.
7- Y qué decir de mis planes de trabajo. Estarán bien estructurados con acciones, responsables y fechas y su correspondiente proceso de seguimiento.
8- Finalmente algo muy importante y que a la fecha poco he atendido. Pondré una atención especial en el desarrollo individual de cada uno de los participantes. Mejores personas harán de mí un mejor cluster.
Ahora que sé qué debo hacer, sólo depende de mi empeño, tenacidad y constancia para hacer del 2010 el mejor de mi vida» .
CON LOS MEJORES DESEOS PARA EL 2010.
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