El CLUSTER desde la perspectiva de una EMPRESA

El arranque del 5CLAC en Medellín a principios de esta semana no pudo ser mejor. El primer día de actividades (martes 22 de junio 2010) se dedicó al siempre enriquecedor Tour de Clusters. En esta ocasión se presentaban cinco opciones igualmente atractivas: Energía Eléctrica, Textil/Confección, Construcción, Turismo de Negocios y Servicios de Medicina y Odontología.

Buscando conocer una actividad nueva, decidí tomar la opción de Energía Eléctrica y mis expectativas fueron excedidas ampliamente. Por pláticas con otros participantes, entiendo que los integrantes de las otras visitas quedaron igualmente satisfechos.

En el Cluster de Energía Eléctrica nos abrieron ampliamente las puertas tres empresas clave, cada una ofreciendo una perspectiva complementaria del cluster. Por un lado visitamos las oficinas centrales de EPM (Empresas Públicas de Medellín), empresa de servicios públicos en los ramos de electricidad, gas natural, agua y saneamiento y recientemente servicios de telefonía e Internet. También visitamos Aisladores GAMMA, empresa del grupo Corona que, con tecnología propia, compite exitosamente en los mercados mundiales. Cerramos un excelente día con la visita a Tronex, empresa que ha desarrollado un interesante portafolio de líneas de negocio en torno al almacenamiento de energía.

Un elemento común en las visitas fue la clara visión que tienen las empresas del “por qué” y el “para qué” de participar en el proceso de clusterización. En forma resumida y combinando los comentarios de las tres empresas, nos lo plantearon desde cuatro perspectivas, en una forma que no requiere más comentarios.

¿Por qué participar en el Cluster de Energía Eléctrica? Seguir leyendo

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Clusters Turísticos, Sostenibles y Competitivos.

Tenemos un reporte de la Primera Conferencia Global de Competitividad y Cluster Turísticos de TCI, República Dominicana, Abril 2010, que nos hace llegar Tamara V. Vásquez Sosa, Coordinadora de Turismo Sostenible del Consejo Nacional de Competitividad.

La competitividad y sostenibilidad del turismo a nivel mundial está supeditada cada vez más a la capacidad de los países de desarrollar productos diferenciados que apuesten a la creación de valor agregado y generación de capital social. Los beneficios que se desprenden de esta actividad se evidencian a través de su impacto directo e indirecto en la creación de oportunidades de empleos formales e informales –dado su efecto multiplicador y eslabonamientos con sectores como la agricultura, manufactura, construcción, entre otros-, generación de divisas, aumento en la inversión extranjera directa, pero en especial su capacidad de inducir al fortalecimiento del acervo cultural de los pueblos.

El crecimiento cada vez más acelerado del uso de la tecnología de la información ha moldeado el patrón de comportamiento de los turistas internacionales. De manera especial, a través del internet, es cada vez mayor el número de viajeros que de manera independiente tienen la oportunidad de seleccionar el destino final de vacacionar en función a su costo de oportunidad, supeditado a la experiencia única que ese destino le pueda aportar. He de aquí donde subyace la necesidad de promover y ejecutar procesos creativos donde la innovación garantice una diferenciación de la experiencia, como clave para la sustentabilidad de los destinos. Es por tanto que la creatividad e innovación deben ser premisas obligatorias al momento de trazar estrategias para el posicionamiento de un destino o producto turístico. Igualmente lo debe ser la apuesta hacia la integración de las comunidades circundantes a las zonas hoteleras, como eje focal para ofrecer esa experiencia única que solo a través de la cultura e interrelación personal se puede garantizar.

Durante la primera Conferencia Global de Competitividad y Clusters Turísticos de la TCI, celebrada el pasado mes de abril en la República Dominicana, se Seguir leyendo

¿Asociarnos? ¿Para qué?

Uno de los atractivos de trabajar en una agencia multilateral es la oportunidad de interactuar con un gran número de países y culturas. Hay mucho aprendizaje en la comparación y contraste de condiciones y actitudes y  más se aprende de observar las estrategias que éstas dan origen. Pero tal vez el mayor aprendizaje provenga de descubrir las coincidencias, pues resultan de los comportamientos más cercanos a la esencia humana, que trascienden diferencias culturales en el espacio y en el tiempo.

Esta reflexión me la provocó el comentario de un buen amigo que, precisamente en misión de un organismo multilateral, visitaba Polonia no hace mucho. Como parte de un diagnóstico sobre programas de desarrollo económico, preguntaba a un grupo de empresarios sobre sus esfuerzos de asociacionismo.

¿Asociarnos? ¿Para qué?

La respuesta fue a la vez inesperada y predecible. Este grupo, como muchos otros, no había encontrado una razón práctica para asociarse. ¿Preferían jugarla solos?, ¿haría falta definir un objetivo común y un plan de acción concreto?. Me inclino por lo segundo, ya que en la respuesta no se cuestionaba el por qué de asociarse, sino el para qué. Era tal vez producto de una decepción acumulada.

¿Y en Latinoamérica?

Este cuestionamiento igualmente se da en Latinoamérica cuando se invita a las empresas a participar en un cluster. En el fondo, las empresas no ponen en duda las ventajas de asociarse e inclusive en ocasiones se lanzan a la aventura sin mucha reflexión. Hay ciertamente una inclinación natural a la asociación, presente desde los orígenes de la humanidad e implícita en la conformación de la sociedad y hasta de las mismas empresas. El problema viene cuando no se tienen los objetivos claros o cuando éstos no son compartidos plenamente.

Muchos empresarios hemos tenido experiencias negativas de esfuerzos conjuntos que arrancan con las mejores intenciones pero que pronto se convierten en tragos amargos y amistades perdidas. Algunas asociaciones se prolongan a pesar de esto, porque los participantes saben que en el fondo hay un beneficio de seguir juntos. En otros casos, la bomba explota temprano porque ni siquiera esto se percibe.

La clave está en el “para qué” y en el “cómo”

Las asociaciones y los clusters exitosos tienen claro desde un principio los resultados a lograr y los medios para lograrlo. En un esfuerzo participativo, definen objetivamente metas y estrategias. Sin embargo, también tienen cuidado de los “cómos”. Estos son importantes no sólo desde el punto de vista práctico de definir acciones y recursos necesarios, sino también de una justa y equitativa distribución de las tareas y las responsabilidades, para mantener así el espíritu de equipo a la que toda asociación debe aspirar.

Y sin embargo, la Triple Hélice sí avanza…

La nota publicada en este blog en julio de 2009 (https://clusterizando.com/2009/07/05/la-elica-e-immobile/) dejó en JuanMa Esteban, entonces presidente de TCI, una molestia recurrente. Algo había en el uso del término ‘hélice’ para describir el concepto de trabajo conjunto entre gobierno, academia y sector productivo (la llamada “Triple Hélice”) que no terminaba de convencerle . JuanMa sentía que en este término domina el sentido de movimiento circular y no necesariamente transmite, en primera instancia, el concepto de avance y progreso que debe prevalecer en una alianza de este tipo.

En Punta Cana, JuanMa me abordó con la solución a su dilema, la cual curiosamente se debe en parte a un problema lingüístico originado por una traducción directa del inglés, idioma en el que originalmente se acuñó el término “Triple Helix” para denominar la colaboración mencionada. En inglés el uso común diferencia claramente el término de ‘helix’, usado para denominar una espiral, del de ‘propeller’, instrumento propulsor utilizado en barcos y aviones. En español, en ambos casos utilizamos el término de ‘hélice’, sin mayor problema excepto en este caso.

Aunque en su movimiento de avance cualquier punto en una hélice sigue una espiral, la representación gráfica acostumbrada de este movimiento es un círculo y en un círculo el punto de partida es el mismo de llegada. Sería terrible que éste fuese el destino de la alianza ‘Triple Hélice’, preocupación que tuvo a JuanMa sin dormir por varios meses.

Mejor pensemos en la Triple Hélice como una escalera ascendente y sin fin. Al fin y al cabo, es algo que llevamos en nuestro propio ADN.