Se pregunta frecuentemente si las actitudes de colaboración requeridas en los procesos de clusterización son naturales en el ser humano. La experiencia demuestra que es así, una vez que se desarrolla la confianza necesaria entre los actores.
La confianza a su vez se desarrolla en la medida en que existe certeza de que, entre los involucrados, se comparten las reglas y criterios de acción y reacción. Dada la complejidad del ser humano y otros organismos ‘superiores’ esto es algo que requiere cultivarse en lo individual además de un ambiente favorable. En el caso humano, esto último podrá ser producto de elementos culturales fuertes o de un contexto de regulaciones bien implementado.
También las BACTERIAS se clusterizan
Pero ¿qué pasa con organismos más simples? Un ejercicio de fin de semana de investigación sobre el comportamiento social de las bacterias, me arrojó tres ejemplos interesantes que muestran rasgos de ‘clusterización’:
BACTERIAS ALTRUISTAS
La bacteria Pseudomonas fluorescens consume rápidamente el oxígeno disuelto en su hábitat líquido, y por tanto requiere vivir siempre cerca de la superficie. Afortunadamente para el grupo, algunas de las bacterias desarrollaron espontáneamente una mutación por la cual segregan un polímero que permite la formación de una especie de plataforma flotante. Esta plataforma beneficia a todas las bacterias, pero tiene un costo en el metabolismo de las bacterias ‘altruistas’, mismo que las pone en desventaja para su supervivencia. Sin embargo, el grupo se las arregla para que sobrevivan el número necesario de estas mutantes pues de esto depende la supervivencia de todos.
(http://www.scientificamerican.com/article.cfm?id=whats-good-for-the-group)
Moraleja: las sociedades sobreviven gracias a aquellos que están dispuestos a dar más de lo que reciben.
NICHOS DE MERCADO
Estudios recientes han sorprendido a los expertos por el gran número de especies de bacteria que viven en la piel humana. Para muestra, mencionan que se encuentran 17 especies diferentes detrás de las orejas y 44 en el antebrazo.
Aún más sorprendente es la similitud entre las especies viviendo en el mismo sitio del cuerpo en diferentes individuos. Sin embargo, esto no demuestra más que las bacterias tienen un sentido de ‘nichos de mercado’ por el cual son capaces de identificar las condiciones de temperatura, humedad, acidez, etc., que les son más propicias para su desarrollo.
Moraleja: individuos, empresas y clusters deben buscar y/o propiciar las condiciones más apropiadas para su desarrollo.
QUORUM SENSING
Este es un mecanismo que permite a un grupo de microorganismos detectar la existencia de un quórum antes de iniciar una acción. En el caso de que esta acción sea la liberación de alguna enzima o de una sustancia tóxica, el contar con el quórum asegura que la concentración de la misma es suficiente para causar el efecto deseado.
(http://es.wikipedia.org/wiki/Quorum_sensing)
Moraleja: los individuos y las empresas son más efectivos al trabajar coordinadamente en grupo; de aquí los clusters.
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