Cómo explicar que trabajas en clusters y no sucumbir en el intento

Patricia, de TCI, nos manda una aportación que destaca por su frescura y por tocar experiencias que de seguro muchos hemos compartido. Muy recomendable!

Pat_blogHace tiempo que Alonso me viene sugiriendo que escriba en este blog y colabore en nuestra tarea común de “evangelizar” sobre los clusters y movilizar fuerzas por aquí y por allá, en este caso en todo Latinoamérica ¡ahí es nada! Así que aprovecho que puedo escribir en mi lengua materna (tan acostumbrada al inglés en TCI) y que me siento como en casa, para compartir con vosotros una historia personal, de esas de familia.

Tras un cambio de vida, volantazo más bien, en 2005 volvía a mi tierra y comenzaba a trabajar en una organización cluster. El País Vasco fue una de las regiones europeas pioneras en desarrollar una política de clusters en los 90, basada en la apuesta por unos clusters preferentes y a tenor de la cual se constituyeron varias asociaciones cluster. En una de estas organizaciones comenzaba mi nueva aventura laboral y obviamente, en la primera reunión familiar me tocaba explicar en qué consistía mi nuevo trabajo.

Aprovechando la buena disposición del auditorio, me armé de valor porque ya veía que no iba a ser fácil y les expliqué lo mejor que pude en qué consistía la cuestión, recuerdo que dibujé en el aire un mapa del territorio para mostrar la concentración geográfica, nombré los agentes involucrados, que si la cadena de valor, la cooperación, la competencia, la estrategia, la innovación, ser más competitivos… y cuando terminé mi abuela me dice: “O sea, que trabajas en una oficina”. Aplastante realidad, porque para las abuelas lo importante es el lugar físico donde trabajas, un colegio, una peluquería, una oficina, y no lo que haces, que ella da por hecho que es: hacer bien tu trabajo. ¿Qué tal, cómo va todo en “la oficina”? me sigue preguntando cuando hablamos. En aquel momento, me quedé sin palabras pero no sin pensamientos, el primero y que más velozmente vino a mi mente: “Estoy segura de que Michael Porter no tiene una abuela de 90 años a quien explicarle en qué trabaja”.

Mientras tanto, los demás iban haciendo sus aportaciones. Las madres siempre disponen de información extra y la mía decía “Yo le llamo por teléfono y no está nunca en “la oficina”, siempre está reunida con gente por algún proyecto” y mi padre, con su pragmatismo habitual, “Eso debe ser algo bueno porque ahí están todos: el gobierno, las diputaciones, las universidades y las empresas, y ésas no pierden el tiempo”. Yo ya estaba más tranquila porque al menos mis padres habían captado gran parte de la esencia del trabajo en clusters, involucrar a los agentes, acciones de networking, proyectos en cooperación,…

Llegaba el turno de las generaciones más jóvenes que, ya sea por inexperiencia o por mala leche, suelen ser un poco más crueles. Mi hermano, abogado, es decir, excelente capacidad de memoria y aún mejor verborrea, me dice “Te apuesto lo que quieras a que soy capaz de repetir todo lo que has dicho aunque no he entendido demasiado”. Por supuesto, ganó la apuesta. Y mi hermana, periodista, gran comunicadora, me dice “Así solo os vais a entender entre vosotros, ¿es que no había un nombre mejor que “cluster de nosequé”? Otras dos aplastantes conclusiones: una, cualquiera con cierta capacidad puede hablar de clusters aunque no tenga ningún conocimiento al respecto y dos, es difícil comunicar y contar de qué se trata nuestro trabajo para alguien que no está en el mundillo y convengamos que los anglicismos no ayudan.

Últimamente ha habido dos novedades, que precisamente tienen que ver con Latinoamérica y con la RedLAC, y que me han hecho recordar esta historia familiar. La primera, es este blog “Clusterizando” y el hecho de que alguien como Alonso, empresario implicado desde hace años en los procesos de clusterización en Chihuahua, se haya animado a compartir generosamente y con tanto interés su conocimiento y sus experiencias. La segunda, es el curso para periodistas “Estrategia de Desarrollo y Competitividad basada en Cluster” impartido en Medellín, una excelente apuesta por involucrar a los comunicadores en el reto de la competitividad de la región desde su papel de informadores. Hermanitos, ¡aquí se sabe de lo que se habla y se comunica cada vez mejor!

Yo sigo trabajando en clusters, ahora desde TCI-The Competitiveness Institute, esa red mundial de profesionales de los clusters que se creó hace ya 10 años precisamente porque esto de los clusters no es tan fácil, y donde practitioners de todo el mundo compartimos nuestras historias, nuestros aciertos y errores, las novedades y las tendencias, para ir avanzando y “hacer bien nuestro trabajo”, que es de lo que se trata, como bien sabe cualquier abuela.

Patricia Valdenebro – TCITCI

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Una respuesta

  1. Patricia, Muy bien desarrollada la realidad a la que nos enfrentamos los clusterologos al tratar de comunicar lo que hacemos día a día!!!!

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