La eterna pregunta en la clusterización es acerca de resultados tangibles del esfuerzo. Esta misma pregunta acosa permanentemente a los promotores de programas sociales. La propuesta de Arturo Fuentes, con larga experiencia en esta área, ofrece un enfoque que bien puede aplicarse a los clusters.
EVALUAR POR MEDIO DE ÍNDICES,
o como desarrollar indicadores de impacto fáciles de construir, interpretar y utilizar
Dr. Arturo Fuentes Vélez
Cada día, al escuchar las noticias por la radio, al leer un periódico o ver un noticiero en televisión, tal vez sin estar conscientes de ello, nuestra vida está sujeta a índices. El conductor del programa de noticias, o el reportero que escribe en la sección financiera, nos informan del cierre de la bolsa de valores, tal vez acerca del comportamiento de la inflación en el último mes, o el cambio registrado en la confianza de los consumidores. Todos estos números, cuya referencia escuchamos de manera frecuente, significan algo para nosotros e impactan de alguna forma nuestras vidas. Tal vez no seamos inversionistas en la bolsa de valores, y sin embargo sabemos el efecto que tendrá en nuestra economía el alza o baja del índice de la bolsa, o un incremento inesperado en el índice de precios al consumidor.
Hay muchos otros aspectos de la vida que están expresados utilizando un índice: el médico seguramente nos ha hablado del índice de masa corporal, sabemos que existen índices que registran el nivel de contaminación o radiación, y posiblemente habremos escuchado acerca de los índices de transparencia en los países, el índice de Desarrollo Humano que emplea la ONU o el coeficiente de Gini que mide la desigualdad entre los habitantes de un país.
A pesar de existir consenso entre los especialistas acerca de la importancia de la evaluación de programas y políticas, tanto en el terreno público como en el privado, la ausencia de ésta es frecuente, limitándose en muchos casos a una exposición del cumplimiento de actividades (número de proyectos realizados), cobertura alcanzada (número de beneficiarios) o la relación existente entre el presupuesto ejercido y el monto asignado. Pocas veces las instituciones ejecutoras de programas, se detienen a determinar la forma en que la aplicación del programa o política transformó la realidad de los beneficiarios. Más infrecuente es aún que esta información, cuando llega a generarse, esté disponible de forma oportuna y permita realizar cambios en el enfoque del programa.
Sin embargo, es posible establecer a partir de los objetivos general y específico de un programa, las variables e indicadores que nos permitan evaluar el impacto de un programa, y construir de esta forma índices de impacto que nos den información cualitativa y cuantitativa acerca del cumplimiento de estos objetivos, y por ende, del impacto alcanzado.
Para ilustrar lo anterior, consideraremos el caso del programa Opciones Productivas del Gobierno Federal en México, un programa de microfinanciamiento cuya misión en su versión 2007 se plantea como “Contribuir al desarrollo de las personas en condiciones de pobreza y de marginación y del territorio de las microrregiones, a partir de apoyar la identificación de modelos productivos viables y sustentables, la formación de capacidades humanas, técnicas y empresariales, de capital social y la identificación, elaboración, evaluación, gestión, cofinanciamiento y financiamiento de proyectos productivos estratégicos, que contribuyan a generar empleo e ingreso y mejorar el nivel de vida de las personas” [1]
Este programa tiene además los siguientes objetivos específicos:
- a) Promover la formación de competencias y habilidades, la capacidad emprendedora de las personas, unidades familiares, grupos sociales y organizaciones de productoras y productores en condiciones de pobreza, así como impulsar procesos facilitadores que permitan el fortalecimiento del capital social individual y colectivo.
- b) Impulsar las iniciativas productivas emprendedoras de la población objetivo, a través de financiamiento y busca escalar los proyectos individuales hasta su integración regional y sectorial.
- c) Promover la formación de redes de producción y comercialización de los proyectos productivos a través de las modalidades del Programa.
- d) Promover la vinculación de las beneficiarias y los beneficiarios a las Instituciones de Ahorro y Crédito Popular y otras Instituciones reconocidas por las leyes aplicables en la materia, para la recuperación de los apoyos y la utilización de los servicios.
Con base en la misión y objetivos, es posible determinar una serie de variables asociadas al menos a uno de los objetivos, como se muestra en la Figura 1, lo que permite diseñar un instrumento de recolección de datos (en este caso, una encuesta para aplicarse en campo a los beneficiarios del programa) que permita contar con información que nos lleve a un indicador cuantitativo.
Una vez recolectada y procesada la información, es factible construir una serie de índices que Seguir leyendo
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Falta sólo una semana para el 4CLAC en Mendoza y de seguro todavía hay quienes están dudando de la importancia de participar. ¡No duden más! Estos eventos son de gran valía para todos y el esfuerzo requerido se compensa ampliamente en muchos sentidos. Para los expositores, el reto de preparar y compartir un mensaje relevante y con valor agregado implica un proceso de gran
aprendizaje que descubre nuevos ángulos sobre temas que se consideraban ya dominados. Para los participantes en general las oportunidades son también múltiples, pues además de conocer muy diversas experiencias directamente de los protagonistas se
tendrá la oportunidad estar en el teatro de acción en las visitas a los clusters. Además está el secreto mejor guardado de estos eventos y es el de la riqueza de las interacciones que se viven en los pasillos y eventos sociales. Se entablan relaciones y amistades que prolongan por muchos años los beneficios de tan sólo unos pocos días en Mendoza. Y que decir de la suerte que tendremos en conocer una ciudad tan especial.
Además de las muchas oportunidades de aprender y relacionarse, los congresos mundiales de TCI ofrecen siempre sorpresas ‘inesperadas’. El Congreso que tuvo lugar en Cd. del Cabo, del 27al 31 de Octubre de 2008, no fue la excepción (www.competitiveness.org/article/articleview/988/1/90/). A la hora de escoger entre la diferentes alternativas de visitas a clusters, opté por la más irrepetible: el tour sobre cultura local y actividades artísticas. Incluyó la visita a un centro de diseño (Cape Craft & Design Institute –
La llegada de los españoles a tierras americanas, hace ya más de 500 años, trajo consigo no sólo el espíritu de la conquista militar y material sino también una fuerte corriente social encabezada por las órdenes religiosas. Un producto de ésta fueron las innumerables misiones que se establecieron por todo el continente. Con 158 misiones identificadas en toda su extensa geografía, el estado de Chihuahua presenta una de las mayores concentraciones en México. Éstas fueron construidas principalmente por Jesuitas y Franciscanos en los siglos XVII y XVIII.
Sus dimensiones van desde poco más que una capilla hasta las proporciones de una catedral, esta última en un lugar bastante remoto, por cierto. Desafortunadamente, en la actualidad la mayoría se encuentra sin actividad y en malas condiciones de conservación.
Todo proceso de clusterización es un proceso de aprendizaje. Aprenden por un lado los líderes una nueva manera de promover el desarrollo regional en base a la colaboración, el planteamiento estratégico, la anticipación y el involucramiento de todos los actores interesados. Aprenden los empresarios el concepto de “coopetencia” (cooperación con sus competidores locales) y a asumir nuevos niveles de responsabilidad por su entorno. El sector laboral ve con nuevos ojos su rol en la mejora de la productividad individual y colectiva. El sector académico por su parte encuentra nuevas y mejores maneras de vincularse con el sector productivo, asumiendo un papel más activo y directo en el desarrollo local. Pero, ¿y la comunidad, qué aprende?
Hace un par de días platicaba con un par de muy buenos amigos, nuevos en el tema pero con curiosidad e inquietud sobre la potencial aplicación del concepto de cluster en situaciones menos convencionales. Ellos, como consultores en el área de desarrollo comunitario, se preguntaban sobre la posibilidad de utilizar la metodología de clusters en procesos de cambio cultural y de descubrimiento de oportunidades en zonas urbanas menos favorecidas.