Como parte del creativo diseño del programa del Congreso Mundial de Clusters de TCI en Jyväskylä, se incluyó una serie de talleres paralelos en 5 temas que están dando pie a una reformulación del modelo de clusters. La premisa básica es muy sencilla y todos la vivimos: el mundo está cambiando a una velocidad nunca antes vista y en muchas dimensiones. Es verdad que el cambio ha sido siempre una constante, pero lo que estamos viviendo nos obliga a revisar en forma continua nuestros objetivos y sobretodo nuestra manera de actuar.
Los Clusters
Los clusters no son una excepción. Este enfoque al desarrollo económico que ha probado su valía en economías de todos tipos, requiere igualmente revisarse y actualizarse. Ésta fue la tarea de 5 grupos de trabajo en cuatro sesiones durante el Congreso en Jyväskylä. La sesiones fueron programadas para llevar a cabo este trabajo en 4 etapas:
a) compartiendo experiencias de diversas partes del mundo
b) identificación de patrones y temas comunes
c) construcción de nuevos modelos de clusters
d) probando soluciones
Grupos de Trabajo
Los 5 grupos recibieron la tarea de trabajar desde ángulos complementarios:
WS1- La visión y el liderazgo en los clusters (futuros compartidos, manejo del cambio)
WS2- ¿Agregan valor los clusters a las empresas? (cooperación productiva, roles de los diferentes actores)
WS3- Integración global y aprendizaje en los clusters (como compartir capacidades entre organizaciones)
WS4- Creatividad y competitividad sustentable en las redes (ambiente de innovación en los clusters)
WS5- Clusters en un mundo nuevo (¿cómo se ve el mundo y nuestro entorno en 20 años?, ¿qué oportunidades traerá?) Seguir leyendo
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Por Ifor Ffowcs-Williams
Al final de cuentas, lo que importa en un proceso de clusterización son los RESULTADOS en términos de una mayor competitividad de las empresas involucradas, una mayor derrama económica en la región y el impacto social correspondiente que lleve a una mejor calidad de vida para todos. Pero los resultados no se dan simplemente por los buenos deseos de quien propone la idea, ni por el hecho de contar con un elegante y vistoso plan estratégico ni aún por el acuerdo público de cooperación entre los sectores productivo, académico y gubernamental. Lo que se requiere son ACCIONES, concretas y efectivas, con un planteamiento bien estructurado y una implementación impecable.
El proceso de clusterización no es algo que se arranca en el vacío. Es tan sólo un ingrediente clave de una buena receta para el desarrollo económico. Un ingrediente muy importante, sin duda, pues contribuye con la consistencia que resulta de la aplicación organizada y sistemática de un modelo probado.
Hace ya 20 años, emprendimos la tarea de establecer el Centro Chihuahuense para la Calidad y Productividad A. C. (CChCP,
Frecuentemente es posible identificar el origen de la chispa que detona un proyecto de clusterización. Puede ser producto de una visita o una lectura de un funcionario de gobierno o de la inquietud de un empresario por mejorar su posición competitiva ante la globalización. Puede también ser una idea que nace simultáneamente en varios grupos de la región. De cualquier manera, si en cualquiera de estos casos se trata de alguien en una posición de liderazgo o influencia, le será relativamente fácil reunir los recursos y vender la idea para armar el equipo y las alianzas requeridas para su conversión en un proyecto regional. Tenemos así el “qué”.
Mario Bunge, físico y filósofo (discutido, denostado e idolatrado por igual) nos dice que de las interacciones entre seres humanos, cuando se ponen en juego las habilidades y virtudes de cada uno en un proceso de intercambio creativo y cooperativo, aparecen los “emergentes”.
Una tentación común en el arranque de un proceso de clusterización es la de convocar, sin mucha preparación, los primeros grupos de clusters. Normalmente esta convocatoria se hace ya sea en torno a las actividades tradicionalmente preponderantes o bien en torno a las actividades de moda, como son la biotecnología y las tecnologías de la información. En el primer caso, no se tiene la precaución de analizar las perspectivas de esas actividades tradicionales. En el segundo caso, seguido se pasa por alto el preguntarse si la región tiene las condiciones o la vocación para lanzar un cluster nuevo de esta naturaleza.
Hace un par de días platicaba con un par de muy buenos amigos, nuevos en el tema pero con curiosidad e inquietud sobre la potencial aplicación del concepto de cluster en situaciones menos convencionales. Ellos, como consultores en el área de desarrollo comunitario, se preguntaban sobre la posibilidad de utilizar la metodología de clusters en procesos de cambio cultural y de descubrimiento de oportunidades en zonas urbanas menos favorecidas.
Aunque no dejar de ser una consideración muy importante para cualquier plan de trabajo de un Cluster, en este caso no nos referimos a la ‘sostenibilidad’ (para la que malamente se usa el anglicismo ‘sustentabilidad’) en el sentido de cuidado ambiental. En esta ocasión nos ocuparemos brevemente de algo igualmente importante: que tan fácil es ‘sostener’ el dinamismo de un proceso de clusterización en lo general y el desarrollo de un cluster en lo particular. Porque, volviendo a los dichos populares, “no es lo mismo el real de la mula sino el medio del rastrojo”. Es decir, arrancar el proceso es relativamente fácil comparado con el esfuerzo para mantenerlo.
SEBRAE (
En febrero de 2006, el Banco Mundial, el Departamento para el Desarrollo Internacional (DFID) del Reino Unido, y el Centro de Desarrollo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) organizaron el Primer Taller sobre el Diálogo Público Privado en París, con la participación de 100 especialistas de 30 países. Como producto de ese taller se presentó el “Código de Buenas Prácticas en el uso del Diálogo Público Privado para el Desarrollo del Sector Privado”, mismo que se presenta en forma resumida más abajo.
Sé poco o más bien nada de música, pero tengo la suerte de estar expuesto a ella gracias a la pasión de mi esposa por el piano. Esto me llevó a vivir una interesante experiencia el día de ayer, en un recital organizado por su maestra de piano. En el recital participaron estudiantes literalmente de todas las edades entre 6 y 66 años. Obviamente había compatibilidad entre las habilidades de cada uno y la dificultad de la obra a su cargo y, excepto por los esperados efectos de tocar en público, el desempeño en general fue muy bueno. Claramente la maestra había hecho su tarea en la enseñanza de la técnica.
¿Dónde inicia un Proyecto de Clusters exitoso? Definitivamente no empieza cuando alguien dice “sería una buena idea si pudiéramos hacer algo como eso por aquí”. El arranque es efectivo cuando se forma la primera alianza, idealmente bajo el concepto de la “triple hélice” (sector productivo, gobierno y academia). Y esas alianzas son necesarias, pues dada la naturaleza del desarrollo económico, es imprescindible la unión de fuerzas en términos de infraestructura, recursos humanos e iniciativas de negocio.
Marta Marsé – Project manager
GERUNDIO es MOVIMIENTO
La metodología tradicional de clusters empieza con una fase de planeación. Ésta es imprescindible en la mayoría de los casos, cuando se tiene poco conocimiento de la región o cuando se incursiona en un campo nuevo. Sin embargo, en muchas ocasiones, el tiempo que se requiere para esto tiene un efecto desalentador para los participantes del sector productivo, que ante su preocupación por sus problemas de corto plazo y su necesidad de sobrevivir, exigen acciones inmediatas.
Cual monstruo del Lago Ness, cada cierto tiempo surge en nuestro sufrido mundillo de «practicantes» clusterianos la apasionada idea que sostiene que la naturaleza de los clusters está cambiando, y que los «clusters modernos» (sic) no tienen porqué estar relacionados geográficamente en la misma región física. Se sigue argumentando que lo verdaderamente importante es conseguir combinar o vincular el conocimiento y las capacidades adecuadamente. Se trata de una línea de pensamiento muy vinculada al mundo de la innovación «hard», de hecho, se puede ver con frecuencia la absoluta asimilación entre «cluster» y «red de innovación». Recuerdo un congreso en Venecia hace ya unos 5 ó 6 años, en el que el tema estrella era un proyecto europeo llamado «E-clusters». Ciertamente se trataba de argumentar lo insostenible, de espaldas a la realidad, en un enorme ejercicio de mero «wishful thinking». Sospecho que, aunque creamos lo contrario, en «otros mundos» no se comprenden los conceptos básicos alrededor de los clusters