La innovación y la búsqueda de la mejora son parte integral de la naturaleza humana. Pero la innovación y el descubrimiento científico rara vez han sido resultado de un proceso solitario. Desde los tiempos más antiguos, los estudiosos y eruditos establecían escuelas y centros de conocimiento para incrementar la interacción entre los sabios y así acelerar los procesos creativos. Aunque su origen se pierde en el tiempo, es muy conocida la frase atribuida a Newton de “estar parado en los hombros de gigantes” para explicar su producción científica. Tampoco es desconocida la práctica común de Newton y muchos otros antes y después de él, de mantener frecuentes intercambios epistolares con colegas y hasta “rivales”.
La innovación es, después de todo, una necesidad del ser humano no sólo como una herramienta para protegerse de un entorno lleno de amenazas y de incertidumbre sino por el placer intrínseco en el proceso creativo y de descubrimiento. También la curiosidad es un factor tan potente que se ha llegado a afirmar que los grandes descubrimientos parten de una observación que provoca la pregunta “que curioso, ¿por qué será así?”.
Los clusters en general ofrecen un medio particularmente propicio para la innovación. En un cluster se dan las condiciones de reunir fuentes de inspiración y creatividad con perspectivas muy diversas, no sólo por la participación
de empresas de perfiles variados sino también por el enriquecimiento resultante del involucramiento de otro tipo de instituciones, tales como las académicas y de gobierno. En este mismo contexto, las nuevas ideas se ven sujetas a un proceso de evaluación más estricto al compensar las presiones jerárquicas que comúnmente condicionan la objetividad dentro de una empresa operando aisladamente. En el cluster se da también una dinámica de interacción compleja donde el grado de involucramiento en una acción particular depende del interés y del beneficio esperado por cada actor en lo individual. Esta distribución desigual de los frutos de cierta acción conjunta no es un freno a la colaboración siempre y cuando sea proporcional al esfuerzo individual y si el acceso a nuevas oportunidades sigue abierto a todos.
Red Social 2.0 – Un Cluster sin límites
Y ya que hablamos de apertura, vale la pena preguntarnos: ¿que pasaría con la innovación si la participación a lo largo del proceso estuviera totalmente abierto a quien tuviera interés de participar, sin restricción geográfica o de afiliación?
Gracias a las nuevas tecnologías, ya hay quien ha probado esta idea con buenos resultados. Llevando un paso más lejos las herramientas de redes sociales, Quirky (www.quirky.com) ha establecido un mecanismo en Internet orientado a la innovación y al desarrollo, fabricación y comercialización de nuevos productos cuyo precio al consumidor final no exceda de $150 USDlls. Lo más notable de esta propuesta es la posibilidad de transformar en productos, e ingresos, miles de ideas de ciudadanos comunes que hasta ahora han estado condenadas Seguir leyendo
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Un reto clave en la clusterización es el lograr la asociación y la colaboración sincera entre empresas e instituciones dispares. Esto es también fuente de escepticismo por parte de quienes dudan de la posibilidad de cooperación entre competidores o entre entidades con características y objetivos muy diferentes.
La participación es el espíritu del cluster. Y no sólo se trata de participar asistiendo a las reuniones y apareciendo en las listas y en los análisis. Participar, más que recibir, es dar. La participación implica contribución activa aunque no necesariamente desinteresada, pues la oportunidad de mejora es la principal motivación. Pero el interés individual, si bien muy válido, debe ser secundario al interés colectivo del cluster. Ésta es una barrera importante que inhibe a muchos actores importantes para quienes es extraño el concepto de ganar-ganar.
En todos los grupos de personas se presentan conflictos. Ésta no es una generalización arriesgada, es algo natural y esperado. Grandes o pequeños, frecuentes o esporádicos, los conflictos se presentan principalmente por problemas de comunicación y la comunicación es el principal reto de la humanidad. Inclusive los conflictos de intereses son también, al final de cuentas, un problema de comunicación, una falla al definir los objetivos comunes que dan sentido a un equipo de trabajo.